Prácticamente
todos los observadores participantes mantienen entrevistas y analizan
documentos escritos durante o a la finalización de su investigación de campo.
En especial hacia el fin de la investigación, después de que el observador ha
establecido relaciones con las personas yobtenido el "conocimiento de
alguien de dentro", las entrevistas de final abierto con informantes pueden
ser relativamente centradas y específicas. Altheide (1980) informa que cuando
estaba por dejar el campo condujo entrevistas agresivas, calando en áreas
demasiado sensibles como para haberlas explorado antes en la investigación.
Desde luego, hacia el final del estudio también sepuede entrevistar a nuevas
personas para obtener información de antecedentes y ambiente que sea pertinente
según las metas de la investigación, o para confrontar y controlar
recíprocamente las perspectivas de diferentes personas.
Los
documentos escritos tales como informes oficiales, comunicaciones internas, correspondencia,
contratos, nóminas de salarios, archivos, formularios de evaluación y diarios proporcionan
una importante fuente de datos. Ya hemos subrayado en los últimos capítulos que
estos documentos deben ser examinados no como datos "objetivos", sino
para que ayuden a comprender los procesos organizacionales y las perspectivas
de las personas que los han escrito y que los emplean, y también para alertar
al investigador respecto de líneas fructíferas de indagación. Puesto que los
documentos escritos a veces son considerados confidenciales, es por lo general
sensato aguardar hasta haber estado en el campo durante cierto tiempo antes de
pedir que nos sean exhibidos.
Los
investigadores pueden también analizar los documentos históricos y públicos a
fin de obtener una perspectiva más amplia respecto de un escenario. Los
periódicos, los archivos de la organización y las sociedades históricas locales
pueden ser valiosos repositorios de información.
El
observador del programa para desempleados "resistentes" analizó con
gran profundidad estos datos en su investigación. No solamente revisó
materiales significativos para la constitución de ese programa en particular,
sino también materiales investigados sobre la historia nacional y local de los
programas destinados a los pobres. A través de una perspectiva histórica, los
investigadores
pueden ver
un escenario en el contexto de su pasado y en sus relaciones con otros
escenarios.
Otra forma
de triangulación es la investigación en equipo: dos o más trabajadores
de campo estudian el mismo escenario o escenarios similares (véase Becker y
otros, 1961,1968; Bogdan y otros, 1974; Geer y otros, 1966; Strauss y otros,
1964). En la mayoría de las investigaciones en equipo las técnicas básicas de
la observación participantes siguen siendo las mismas con la excepción de que
las tácticas de campo y las áreas de indagación se desarrollan en colaboración con
otros.
Jack
Douglas (1976) defiende convincentemente la investigación en equipo como una
alternativa posible del enfoque tradicional de “Llanero Solitario" en la
investigación de campo. Tal como lo observa Douglas, el equipo de investigación
puede desarrollar una comprensión en profundidad típica de la observación
participante, mientras aprehende el cuadro más amplio estudiando diferentes
escenarios o a diferentes personas de un mismo escenario. La investigación en
equipo también permite un alto grado, de flexibilidad en las estrategias y
tácticas investigativas. Puesto que los investigadores difieren en sus
habilidades sociales y en su capacidad para relacionarse con distintas
personas, pueden desempeñar roles diversos en el campo y estudiar diferentes perspectivas.
Por ejemplo, en la investigación en equipo un observador puede ser agresivo mientras
que el otro es pasivo en el seno de un escenario; a los investigadores de
distinto sexo se los ve de modo diferente y se reacciona a ellos de modo
análogamente dispar; pueden, por lo tanto, abordar diferentes áreas de estudio.
Lo mismo
que en muchos esfuerzos cooperativos, es una buena idea establecer reglas
básicas claras en lo que concierne a las responsabilidades de cada persona,
para asegurarse que esa gente podrá trabajar junta, antes de iniciar la
investigación en equipo. Haas y Shaffir (1980, pág.
250)
informan sobre el modo en que las presiones personales y la competencia
profesional llevó a la destrucción de un equipo de investigación de tres
miembros. "Diferencias de opinión sobre los roles de investigación, los
métodos para recoger y analizar los datos y la publicación y paternidad autoral
de los hallazgos crearon tensiones entre los investigadores y amenazaron la
apariencia de colegialidad".
La
investigación en equipo también suscita el peligro de que se establezca una
relación de "mano de obra asalariada" entre un director de
investigación (por lo general un profesor titular) y ayudantes de investigación
(por lo general alumnos graduados) en la cual los trabajadores de campo se vean
reducidos al status de "recolectores de datos", sin voz en el diseño
de la investigación y en el análisis y por lo tanto libres de riesgo en lo que
a dicha investigación respecta (Roth, 1966). La mano de obra asalariada
invariablemente trampea, falsea datos y de otras maneras subvierte la investigación. La única
manera de evitar una mentalidad de mano de obra
asalariada, tal como Roth lo sostiene tan persuasivamente, consiste en
que cada investigador se vea activamente envuelto en el proceso de formular los
interrogantes, tomar decisiones sobre las estrategias de campo y extraer el
sentido de los datos.
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