Informantes claves

Idealmente, los observadores participantes desarrollan relaciones estrechas y  abiertas con todos los informantes. Pero, como ya lo hemos dicho anteriormente, el rapport y la confianza aparecen lentamente en la investigación de campo. Con algunos informantes, el investigador nunca llegará al rapport. Por lo general, los investigadores de campo tratan de cultivar relaciones estrechas con una o dos personas respetadas y conocedoras en las primeras etapas de la investigación. A estas personas se las denomina informantes claves.

En el folklore de la observación participante, los informantes claves son casi figuras heroicas. Son los mejores amigos de los investigadores en el campo. El Doc de Whyte (1955) y el Tally de Liebow (1967) constituyen ejemplos notables. Los informantes claves apadrinan al investigador en el escenario y son sus fuentes primarias de información (Fine, 1980). En especial durante el primer día en el campo, los observadores tratan de encontrar personas que "los cobijen bajo el ala": los muestran, los presentan a otros, responden por ellos, les dicen cómo deben actuar y le hacen saber cómo son vistos por otros. Whyte (1955, pág. 292) refiere las palabras que Doc le dirigió en su primer encuentro: "...Dígame qué es lo que quiere ver, y yo me ocuparé de arreglarlo.

Cuando quiera alguna información, yo preguntaré y usted escuche. Cuando quiera conocer la filosofía de vida de ellos, yo iniciaré una discusión para que surja y usted se entere. Si hay alguna otra cosa que quiere conseguir, haré teatro para usted. No tendrá ningún problema; viene como amigo mío... Hay una sola cosa de la que tiene que cuidarse. No invite a la gente. No sea manirroto con su dinero".

Los observadores participantes también esperan de los informantes claves que ellos les   proporcionen una comprensión profunda del escenario. Puesto que la investigación de campo está limitada en tiempo y alcances, los informantes claves pueden narrar la historia del escenario y completar los conocimientos del investigador sobre lo que ocurre cuando él no se encuentra presente. Zelditch (1962) llama al informante el "observador del observador".

En algunos estudios los observadores participantes utilizaron a los informantes claves para controlar los temas, intuiciones e hipótesis de trabajo emergentes. Whyte informa que Doc se convirtió realmente en un colaborador en la investigación, reaccionando a las interpretaciones de Whyte y ofreciendo las suyas propias. Aunque los investigadores siempre están en busca de buenos informantes y apadrinadores, en general es sensato abstenerse de desarrollar relaciones estrechas hasta haber adquirido una buena sensibilidad al escenario.

En la fase inicial de la investigación existe la tendencia a precipitarse sobre cualquiera que parezca abierto y amistoso en una situación extr aña. Pero las personas más dadas y amistosas de un escenario pueden ser miembros marginales en sí mismos.

Al principio resulta con frecuencia difícil saber quién es y quién no es respetado. Si el investigador se liga a un individuo impopular, es probable que, los otros lo vean como una prolongación o  aliado de esa persona. Es también importante no concentrarse exclusivamente en un individuo o en un pequeño número de individuos. No dé por sentado que todos los informantes comparten la misma perspectiva. Es poco frecuente que lo hagan.

En el estudio institucional, Bill, "encargado de la sala", tendía a monopolizar el tiempo del observador. Se llevaba al observador a prolongadas pausas para tomar café en la cocina del personal, durante las cuales exponía libremente sus perspectivas sobre la institución, los residentes, sus supervisores y la vida en general.

A medida que el estudio progresaba, Bill comenzó a repetirse, narrando las mismas historias y expresando las mismas opiniones en cada sesión de observación. Hasta que el observador no se abstuvo de sus charlas con Bill no pudo comenzar a hablar extensamente con otros miembros del personal y conocer sus perspectivas. El observador en el programa de entrenamiento para el empleo enfrentó un problema similar con un miembro de, la dirección particularmente amistoso. Aunque resulta una ayuda contar con un apadrinador e informante en el escenario, ese miembro de la dirección le impedía interactuar con otros directivos y con los entrenados.


El observador se retrajo de la relación y sólo la restableció después de haber logrado conocer a otros. Las relaciones estrechas son esenciales en la investigación de campo. El informante clave correcto puede hacer o deshacer un estudio. Pero hay que estar preparado para retroceder en relaciones constituidas al principio de un estudio si y cuando las circunstancias lo exigen.

1 comentario:

  1. La selección acorde de los informantes claves en el proceso de la investigación cualitativa, constituye un aspecto sumamente relevante para la obtención de la información precisa y congruente al objeto de estudio.

    Una fractura del vinculo social entre el sujeto que investiga y su informante afectara directamente el proceso; de lo contrario si se mantienen lazos con criterios unificados, respetando la ideología y concepciones empíricas de ambos se podrá alcanzar la meta trazada.

    Se debe mantener todos los sentidos en alerta, ante una posible ruptura de dicho lazo y tratar en la medida de lo posible fortalecerlo con una dialéctica acertada, respetuosa y actualizada, en concordancia con los objetivos de la investigación cualitativa pautada. Sin dejar a un lado la posibilidad de elegir otro tipo de informantes claves que vayan en concordancia con la direccionalidad epistemològica, ontológica, filosófica y axiològica de la investigación pensada.

    ResponderEliminar