1.
Frecuentemente visitaba la sala por la noche, después de que los residentes se
hubieran acostado, y cuando los empleados tenían tiempo para sostener
conversaciones prolongadas, y durante los cambios de turno, cuando los grupos
entrante y saliente se comunicaban losacontecimientos del día y los más
recientes rumores institucionales.
2. En el
primer día de su estudio, el observador se quedó rondando con el personal a la terminación
del turno cuando aquél hablaba sobre ir a tomar un trago a la salida. Gracias a
esa actitud poco elegante consiguió que lo invitaran a un bar de la zona
frecuentado por los empleados.
3. El
observador quebró la resistencia de Sam cuando ocurrió que fue a visitar la
sala una tarde en que sólo el hombre y un compañero estaban trabajando, y lo
encontró a solas en la oficina del personal. La mayor parte de los observadores
escuchan conversaciones a través de las puertas y tratan de conseguir copias de
comunicaciones internas y otros documentos. Escuchando subrepticiamente con
sutileza a veces se obtienen datos importantes que no podrían lograrse de otra
manera.
Desde
luego, el que es descubierto afronta una situación embarazosa (Johnson, 1975).
Los
informantes no deben saber exactamente qué es lo que estudiamos
Por lo
general no es prudente que los informantes sepan qué es lo que queremos
aprender o ver (si es que uno mismo lo sabe). En primer lugar, como dice
Hoffmann (1980), a veces es útilencubrir los interrogantes reales de la
investigación para reducir la inhibición de las personas y laamenaza percibida.
Hoffmann (1980, pág. 51) informa: Muchos de mis interrogados se volvieron
reticentes cuando percibieron que ellos mismos eran el objeto de estudio, es
decir, cuando les dije que me interesaba el modo en que trabajaba la antigua
élite. Pero descubrí que estaban dispuestos a ofrecer más libremente sus opiniones
sobre temas "externos" tales como la política de reorganización o
problemas relacionados con los nuevos miembros.
Ante interrogados que parecían
estar a la defensiva en lo tocante al sistema antiguo... o que se oponían
frontalmente a preguntas directas, me presenté como persona interesada en las
consecuencias de los problemas de la organización y reorganización, y no en la
junta como grupo social o en el trabajo de la junta como institución social de
élite. En segundo lugar, cuando los informantes saben demasiado sobre la
investigación, es probable que oculten cosas al observador o pongan en escena
determinados acontecimientos para que él los vea. El diseño del ya descripto
estudio sobre la familia exigió una serie de entrevistas con los progenitores y
observaciones en el hogar, entre ellas la observación de las rutinas de la hora
de acostarse de los niños.
Los trabajadores de campo observaron diferencias
dramáticas en el 'modo' en que actuaron algunos padres durante las entrevistas
(por una parte) y las observaciones preprogramadas
(por la otra). En la mayor parte de las familias los niños estaban mejor
vestidos y tenían más juguetes a su alrededor los días de las observaciones.
Durante entrevistas nocturnas, los trabajadores de campo encontraron que en
muchas familias no había ninguna rutina per se para la hora de acostar a
los niños.
Estos se quedaban dormidos frente al televisor en algún momento
después de que cayera la noche. Cuando los trabajadores de campo volvieron para
llevar a cabo las observaciones preanunciadas, sobre la hora de acostarse
algunos padres en e realidad pusieron en escena determinadas rutinas para que
ellos las observaran (diciéndole al niño que estuviera listo para acostarse
temprano, arropándolo eh la cama, etcétera). Al informar a los padres sobre qué
era lo que se quería ver, los trabajadores de campo, no deliberadamente, alentaron
a algunos padres a fabricar acontecimientos, sea porque quisieran parecer
"buenos padres" o ser cooperativos y proporcionar a los
investigadores lo que ellos deseaban.
Se
pueden emplear tácticas de campo agresivas
después
de haberse llegado a comprender el escenario
Al
principio de un estudio, nos conducimos como para reducir al mínimo los efectos
reactivos (Webb y otros, 1966); nuestra meta es que la gente actúe en
nuestra presencia tan naturalmente como sea posible (sabiendo que producimos
algún efecto por el hecho de estar allí). Por ejemplo, los observadores
participantes no rondan con anotadores o cuestionarios, no toman notas ni formulan
una gran cantidad de preguntas estructuradas. Tal como lo sostiene Jack Douglas
(1976), cuanto más controlada está una investigación, tanto más se aleja de la
interacción natural y mayor es la probabilidad de que uno termine estudiando
los efectos de los procedimientos de investigación.
En una etapa ulterior de la
investigación, se pueden emplear tácticas intrusivas o agresivas, sabiendo ya
lo bastante sobre el escenario como para evaluar el modo en que tales tácticas afectarán
lo que la gente diga y haga. Algunos observadores realizan entrevistas
estructuradas hacia el final de su trabajo de campo. Altheide (1980) informa
que cuando está próximo a dejar el escenario se vuelve mucho más agresivo en
sus preguntas, explorando problemas políticos delicados.
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