Descripciones
de escenarios y actividades
En las
notas de campo debe describirse el escenario de la investigación y las
actividades de las personas. Al redactar las notas, hay que esforzarse por
describir el escenario y las actividades con detalles suficientes como para dar
forma a una imagen mental del lugar y de lo que en él ocurre.
Algunos
investigadores escriben sus notas de campo bajo la forma de narraciones
eventuales de lo que una cámara captaría en una película.
Al tomar
notas de campo, se debe tener el cuidado de emplear términos descriptivos y no evaluativos.
Por ejemplo, no se
describirá una habitación simplemente como "depresiva"; antes bien, se
escribirá algo parecido a lo siguiente: "La habitación era relativamente
oscura, con polvo y telarañas en las esquinas y en los marcos de las ventanas,
y pintura descascarada en las paredes". De modo análogo, no diríamos que
las personas estaban en una sesión de "terapia ocupacional";
registraríamos las actividades en términos descriptivos: "Las tres mujeres
estaban sentadas a la mesa.
Una estaba esterillando una silla, mientras las
otras dos pintaban con lápices en libros para colorear. El miembro del personal
a cargo de la sesión se refirió a estas actividades como 'terapia
ocupacional'".
Las
sensaciones, evaluaciones e interpretaciones del investigador deben ser
incluidas en los "comentarios del observador". Al hacerlo así, podrá
identificar áreas posibles de investigación o análisis sin presuponer que todos
verán las cosas exactamente como él. El extracto siguiente proviene de las
notas del estudio institucional.
Cuando
entré en el dormitorio más pequeño, un fuerte olor de excrementos y orina
mezclado con
el de antiséptico impregnaba el aire. (C.O. El olor me pareció repulsivo, al
punto de que quería irme de inmediato. Pero los empleados no parecen notar ese
olor. Algunos pretenden haberse acostumbrado a él. Otros nunca lo mencionan. Me
pregunto si esto refleja una diferencia entre yo y ellos, o si refleja
el hecho de que, comparado con ellos, yo soy un recién llegado a la sala.)
Una
descripción detallada del escenario y de la posición de las personas en su seno
proporciona importantes aprehensiones sobre la naturaleza de las actividades de
los participantes, sus pautas de interacción, sus perspectivas y modos de
presentarse ante los otros. En muchas instituciones totales, las regiones
frontales o de fachada (las áreas visibles a los ajenos) están preparadas para presentar
una apariencia de refugios benignos, idílicos, en los que los internados
reciben un cuidado y tratamiento adecuados (Goffman, 1961; Taylor, 1977; Taylor
y Bogdan, 1980).
Así los terrenos de la mayoría de las instituciones están
llenos de grandes árboles, son minuciosamente cuidados por jardineros y poseen
edificios imponentes. Las oficinas de la administración estarán con toda
probabilidad en una estructura colonial o victoriana, con revestimientos de
madera y pisos cuidadosamente lustrados. Las instituciones cuentan a veces con
salas especiales destinadas a recibir las visitas familiares. Tal como lo
señala Goffman (1961), el mobiliario y la decoración de estas salas se aproxima
mucho más a las normas exteriores que a los lugares donde residen realmente los
internados.
En
dramático contraste con esas regiones frontales, las regiones institucionales
traseras en las que viven los residentes están destinadas a facilitar el
control por parte del personal y al mantenimiento eficiente del orden y, la
limpieza de las salas (Taylor, 1977). Los siguientes son rasgos comunes en las
salas institucionales:
Puertas y
áreas cerradas dentro de la sala.
Aparatos de
televisión y reproductores estereofónicos ubicados altos en las paredes y fuera
del alcance de los residentes.
Muebles
fuertes, indestructibles.
Alambre
tejido en las ventanas.
Llaves de
luz y controles de temperatura inaccesibles para los residentes.
Baños sin
papel higiénico, jabón, toallas ni espejos.
Ropas y
objetos personales guardados en habitaciones cerradas.
Oficinas
para el personal y “estaciones de atención” ubicadas de modo tal que
permiten un
máximo de vigilancia del personal sobre los residentes.
Escasos
muebles y elementos de decoración (cuadros, cortinas).
No todos
los aspectos de un escenario serán significativos. Pero se debe advertir y
preguntar el significado de todo lo que se observe.
Aunque en
las notas de campo sólo se necesita describir una vez cada escenario, es
preciso estar sintonizado con los cambios que se produzcan. Estos cambios
pueden reflejar modificaciones en el modo en que las personas se ven a sí
mismas o a otras. Por ejemplo, un cambio en la distribución de los comensales
en un comedor para maestros puede reflejar un cambio en las relaciones sociales
de la escuela.
Descripciones
de personas
Del mismo
modo que los escenarios y las actividades, las personas deben ser
cuidadosamente descriptas en las notas. Cada persona transmite cosas
importantes sobre sí misma y asume supuestos respecto de otros sobre la base
del modo de vestir, de llevar el cabello, de las joyas que se usen, de los
accesorios, del comportamiento y del aspecto general. Goffman (1959, 1963, 1971)
utiliza la expresión "manejo de la impresión" para designar el modo
en que las personas tratan de influir activamente sobre lo que los otros
piensan acerca de ellas, a través de sus aspectos y acciones.
Debemos
percibir esos rasgos de la gente que proporcionan comprensión sobre cómo ella
se ve a sí misma y quiere ser vista por los otros. ¿Qué tipo de ropa usa?
¿Formal i informal? ¿Los hombres llevan el pelo largo y tienen barba o están
rapados? ¿En qué estado tienen los dientes, y qué podría deducirse de él sobre
los individuos? ¿Cómo caminan?3 ¿Qué clase de anteojos usan? ¿Llevan joyas?
¿Usan cartera las mujeres? ¿Y los hombres? Estás y otras características deben ser
registradas en las notas de campo.
Las
personas, lo mismo que los escenarios, deben ser descriptas en términos
concretos y no evaluativos. Palabras tales como "tímido",
"ostentoso", "agresivo" son interpretativas y no descriptivas.
Nuestras propias impresiones y supuestos sobre las personas basados en su aspecto
encuentran su lugar propio en los "comentarios del observador". El
fragmento siguiente proviene de las notase de campo del estudio sobre los
vendedores puerta a puerta.
La puerta
que daba al corredor se abrió y un hombre, después de detenerse un instante,
entró en puntas de pie. (C.O. Pareció sorprendido cuando abrió la puerta,
como si no
esperara ver a toda la gente. Su manera de entrar en puntas de pie parecía un
intento de no hacer demasiado ruido. Su actitud era del tipo "Soy imponente".)
Medía aproximadamente un metro con setenta centímetros y estaba muy tostado por
el sol. (C.O. Parecía un tostado debido al trabajo al aire libre.) Su piel era
coriácea. El pelo negro peinado hacia atrás presentaba algunas estrías grises y
entradas en la frente. Podría tener unos cuarenta y cinco años. Era delgado. Su
ropa estaba limpia y bien planchada y le caía bien. De su cinturón, a la espalda,
colgaba un llavero con un manojo de llaves. Vestía pantalones rectos de franela
marrón oscuro, con un cinturón elástico color canela claro cuya hebilla estaba
sobre la cadera. Llevaba una camisa deportiva de color marrón oscuro, a cuadros,
con un botón abajo. Sus zapatos estaban bien lustrados y usaba anteojos con
montura negra.
En muchos
escenarios, especialmente en las organizaciones, la ropa y el aspecto exterior diferencia
a las personas según su posición y status. A veces los signos de status son
obvios; por ejemplo, algunas personas llevan ropa de trabajo o uniformes,
mientras que otras visten trajes o sacos y corbatas; las gorras y las tarjetas
con el nombre también pueden indicar el status de una persona. En otros
escenarios los signos que revelan status "son sutiles y serán descubiertos
por el observador sólo después de cierto lapso pasado en el campo. Un
observador notó que las mujeres empleadas en una organización llevaban sus
carteras con ellas a cualquier lugar al que fueran. Le tomó cierto tiempo
comprender que esas mujeres ocupaban posiciones subordinadas y no contaban con
armarios personales para guardar sus cosas. En muchas instituciones totales, miembros
del personal llevan pesados llaveros colgando de sus cinturones. No es poco frecuente
observar que los residentes imiten al personal, llevando llaves ensartadas en
una cuerda que cuelga del cinturón.
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